La Torre
Tras conocer nuestras sombras, con la Torre llega el rayo divino, la luz que nos golpea y nos hace conscientes de ello para liberarnos. En este punto pueden pasar dos cosas, que aprendas de ello y evoluciones o te quedes en los escombros rendido. Lo importante es que con esta liberación caemos, sea de pie o no, y vemos un rayo de luz, de consciencia. Nos recuerda que nada permanece quieto o inalterable, que las cosas levantadas sobre malas bases no son estables para tocar el cielo y caen, y como decíamos en la puerta anterior, la cadena al cuello nos la ponemos nosotros, una vez conscientes de ello, es nuestra decisión y fuerza la que nos hará caer bien o mal parados.
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